Parece ser que en el 200 a.c. ya se tiene conocimiento de este pan por las calles de Cantón. Se cuenta que los genoveses eran muy aficionados a este pan, que lo consumían en todo tipos de acontecimientos, incluso en las iglesias. Tal fue la magnitud de consumo de este, que el obispo de entonces, Mateo Gambaro, prohibió su consumo durante las funciones. Se dice también que Cristóbal colón cargo sus navíos de este pan para sus rutas por el océano atlántico. Su nombre en el dialecto antiguo es el de A FUGÁSA.